sábado, 24 de julio de 2021

Todo el rato una muerte y un parto después

 Déjalo caer, quítate de en medio, observa el juicio que haces de todo lo que te rodea y de lo que te habita, observa cómo interpretas, cómo le das forma a la forma que se presenta. Cómo estableces que eso te estorba, que amas eso otro, que te inquieta aquello o que preferirías que eso no se te diera. Eres tú el que construye la realidad en la que vives, son los hechos, decía no recuerdo quién, recipientes vacíos, neutros, tú, tu conciencia es la que traduce y cuenta. Te lo crees. Crees casi todo lo que piensas, lo das por sentado y entonces te mueves. 

Y quiero 'yo' aprender a moldear de nuevo, transformar la esencia que da significado a la apariencia, nada fuera cambia, cambia el punto en el que me sitúo para mirar. Si tengo, por ejemplo, una rosa delante y la nombro, pierdo de vista que también hay curvas y límites y hay un centro oscuro y cambia de color y cómo incide la luz en ella y los extremos y... Haz lo mismo con tu cuenta bancaria, con las relaciones que aparecen, con los hombres y sus ojos, con la voz, con lo que pasará en ese concierto, con el comienzo de una canción. Derriba la interpretación conocida, construye nuevas plataformas en las que apoyar tu pensar. De ahí derivarán nuevas emociones y sentires, decires y haceres. Y quiero probar.


2 comentarios:

José A. García dijo...

Nacemos en un mundo que ya está nombrado y no podemos hacer más que dejarnos amoldar por él, aunque queramos cambiarlo siempre es al revés él nos cambia a todos y cada uno de nosotros.

Saludos,
J.

Nebroa dijo...

Yo no estoy de acuerdo del todo... Creo que es una interdependencia, sé que de modo individual no voy yo a cambiar 'el mundo', pero puedo cambiar 'el mío', claro que puedo y por onda expansiva, algo cambiará del entorno!