domingo, 11 de julio de 2021

Lo mejor debe estar por llegar

Lo has vuelto a hacer, sorprenderme con tu no hacer, no decir, no aparecer. Creía yo que ya no, que conocernos veinte años me otorgaba un saber constante acerca de los dos. Pero no. Hay un silencio sobrevolando un incendio, te llevaste explicaciones, apertura y la conexión sagrada que construía solo yo. Pero ya no hay puerto ni océano ni un barquito de papel con la magia en el timón. Te fuiste, elegiste la sequía y un puñado de arena entró en los ojos que miraban un más allá. Ya no somos, aquel nosotros desapareció. 

Se me ha quedado el amor, es un jardín, amapolas, orquídeas, azucenas. Cuántas flores aunque tú no las huelas, cuánto verde, cuánto azul. No son estos los últimos versos que te escribo, el amor con tu nombre siempre estará aquí, no es que esté conmigo, es que forma parte de mí. 

A Will, cómo no.

2 comentarios:

Bubo dijo...

Da igual el tiempo que pase. Siempre nos pueden sorprender incluso cuando hayamos vivido media vida con alquien.

E dijo...

Cómo no…