martes, 2 de marzo de 2021

La imaginación también fue un sueño

 Tenía yo un nido de pájaros dispuestos a volar, tenía yo todo eso que se oye en los poemas, el aleteo, las cometas, toda esa mierda que tan bien queda en las canciones de amor. 

Tenía yo cuatrocientos millones de ganas y en la misma cantidad varios miedos en forma de halcón. Sobrevolaron nuestras cabezas, este corazón, el tuyo que andaba colgándose de un mito y este ejército de banderas dispuestas a ondear. 

Tenía yo, como digo, las aves en los sonetos, los peces en la prosa, el amor que los mueve moviéndome también a mí. Es cierto que nunca hubo pájaros ni peces ni agua, que todo son ejemplos para poderme traducir, pero aquí se queda esta sensación de pica en tierra, de piernas pesadas, de hierro en la llegada. 

Tenía yo un nido de pájaros que murieron antes de despegar. 

1 comentario:

José A. García dijo...

Cada vez más mueren antes de aprender a volar.

Saludos,

J.