lunes, 28 de diciembre de 2020

Qué cerca está el final de los inicios

 Todos las formas que investigo terminan siendo una bocanada de humo en la nariz, respiro las primeras flores de los caminos sin nombre y en la primera curva hay una cuneta esperándome. Alguien me saca del recorrido, puedo ser yo aunque la mayoría de las veces son otros. Cuando frecuento un cuerpo y me asomo a sus orillas con intención de naufragar en el centro, suelo salir despedida de la isla. Ha vuelto a pasar eso, un no puedo, un no quiero, un no estoy preparado, un nunca he sabido hacerlo se escriben en mayúsculas en los carteles que alguien me clava en el oído a unos pocos metros de iniciar la salida. 

Otro corazón desierto en el pecho me acompaña de nuevo, es el mío, hay eco cada vez que digo te quiero. De nuevo, el silencio. 


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