martes, 3 de noviembre de 2020

Dimensiones

 Todo lo que puede salvarnos cabe en un mensaje de texto, en una nota en el frigorífico y en una mirada fugaz en medio de la tormenta. Todo lo que puede salvarnos es esporádico, pasajero y veloz. Pero es ahí donde, de repente, uno se siente a salvo de monstruos y mazmorras, del frío de los abismos y de la sombría sensación. 

Hay amor en los rincones pequeños de las ciudades grandes, aprender a verlo no lo enseñan en la escuela pero es el principal objetivo del espermatozoide cuando decide entrar y ascender y morir a lo que era para desarrollarse en vete a saber. 

Pero ay... Tiene tan poca consistencia un buenos días cordial, un te quiero antes de colgar, un cómo estás, un deseo compartido de encontrar las herramientas que nos permitirán transitar esta selva... 

Poca consistencia en tiempo y perdurabilidad. Es una variable desconocida la que le da potencia y poder. No puedes medir el amor por el tiempo, no puedes medirlo en kilómetros de eslora, no sabes qué volumen ocupa ni cuántos grados de calor a favor llevan las caricias, la atención o la unión. 

Solo puedes dejarte inundar aún sabiendo que no eres un paisaje y que no hay agua en ninguna parte. Solo puedes dejarte volar aunque no haya rastro de alas ni de cielo ni de tu pelo moviéndose al despertar. Dejarte bailar aunque ni música ni movimiento. Dejarte traspasar. El amor te traspasará sin que puedas captarlo en ninguna prueba de las que aprueba la ciencia con su pasmosa exactitud. 

Tú sabes de lo que hablo; nos salva aquello que es 'verdad' aunque no responda a las pautas que establece el ser humano para darle a algo veracidad.  

1 comentario:

José A. García dijo...

¿Y qué pasa cuando la verdad de uno no es la misma verdad que el otro que tenemos junto a nosotros? ¿Qué hacemos entonces?

Saludos,

J.