jueves, 24 de septiembre de 2020

Soy el público de una obra de teatro en la que la protagonista soy yo

 Si me alejo del 'bien-mal' con el que solemos etiquetar las cosas (buenas o malas según la 'suerte'), la vida es un escenario tan abierto que me siento como un relámpago saliendo del suelo, como llover hacia arriba, como lava desde cualquier nube. 

Si me alejo del juicio constante íntimamente ligado a mi identidad, es la vida de repente una desconocida. Lleva acompañándome desde que adquirí esta forma y sin embargo me doy cuenta de que la veía yo disfrazada de algo que creía conocer. 

Si me alejo del 'me va bien, me va fatal, me va regular', me quedo de repente sentada en un patio de butacas, veo la obra, veo la escena, no me posiciono. Los que hayáis, alguna vez, experimentado la vida sin juicio, contadme, ¿cómo se vive mirando desde fuera la ilusión en la que vivo?. 

Ando perdida, no sirve nada de lo que servía y me importa todo tan poquito que me estreno todo el rato. Por eso digo lo de 'ando perdida', porque 'yo' ya no estoy. Las cosas solo suceden. Nada más. No intervengo en exceso aunque soy la parte principal. Sin mí como público, esta obra no existiría.

Pero es todo tan extraño...  


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