viernes, 25 de septiembre de 2020

Decisiones alternativas

 De repente en tu imaginación todas las aceras están vacías, diez toneladas de hojas secas empiezan a caer. Hay tanto silencio del que precede a las tormentas. 

Estás solo en medio de la ciudad, en medio de tu casa, en medio del centro comercial. Nadie te mira, las típicas lágrimas saladas de las que hablan las canciones no paran de sonar. Es agosto, da igual, hace tanto frío del que no se va. 

Las criaturas feroces te arañan, salen por las alcantarillas, te aprietan el corazón y los tobillos, no puedes correr, se te han hinchado los pulmones tanto que te sobran costillas y esternón y columna vertebral. 

Estás tan solo... Solo han pasado dos segundos desde que mentalmente tomaste la decisión, pero la abandonas, la desechas, se deshace, desaparece. Vas a seguir como estás, vas a seguir en esa maldita relación. 

2 comentarios:

José A. García dijo...

Decisiones como esas no son fáciles. Mucho menos en invierno.

Saludos,

J.

Nebroa dijo...

Yo creo que siempre es invierno cuando se toma esa decisión :)