martes, 17 de marzo de 2020

Empeñados en llenar lo que nunca estuvo vacío

Cuando todo esto pase, decimos, volviendo a caer en el extraño truco del paso del tiempo, de los objetivos, de un destino que si desaparece, nos morimos. Cuando la normalidad se reanude, como si existiera solo una, inalterable y perenne, donde permanece a salvo y bien escondidita nuestra inseguridad. 

Ahora que nos damos cuenta de que necesitamos al otro para sobrevivir, ahora que en los balcones se hacen fiestas y se cantan sevillanas y jugamos al bingo, al veo veo, qué voy a ver, a veces la misma mierda que tú. En este ahora en el que aún no nos ha dado tiempo a frenar y seguimos buscando actividades y cursos online y conciertos online y poesía online y teatros, museos, cines, series, películas y un ser humano cercano que vuelve a tener cara a través de las pantallas y no solo caracteres y caretos de whatsapp. 

Cuando volvamos a ir a los bares como hemos ido a los supermercados y brindemos por los que se fueron porque no teníamos cómo ayudarles a respirar, que eran demasiados pidiendo socorro a la vez. Cuando volvamos al futuro que nos inventamos una y otra vez. 

Ahora que tenemos tanto miedo de hacer daño a un desconocido y nos hemos propuesto salvar a los humanos de todo este lío. Ahora que se saludan los vecinos lejanos del piso de al lado. Que hablas más veces al día con tu madre de lo que hablaste el último mes. Ahora que la soledad está menos sola nunca, que nos buscamos para encontrarnos en los ojos del otro pasando las mismas penurias que tú. 

Y así pasamos el día, convirtiendo este ahora en un paréntesis para el después, llenando todo el rato algo que nunca estuvo ni está ni estará vacío salvo porque hemos creído que si no está lleno de lo que conocemos es un agujero que nos tragará. Trá. Trá. 

1 comentario:

JLO dijo...

lo de hablar mucho mas con la mamà es muy cierto ja. Habrá que sacarle algo positivo a todo esto.