Que viva la energía contenida que se empeña en salir, que viva el ímpetu de este viernes que sueña con abrazar y quedar y pedir cervezas para olvidar.
Que viva lo que no puede ser satisfecho en este ahora que tanto huele a jaulas y prisiones decoradas y esta puta lluvia detrás del cristal.
Que viva la ansiedad por encierro, por miedo, por vete a saber. Que salgan los monstruos y los fantasmas, que salgan con forma de llanto, de saltos, de no sé qué coño hacer ya.
Que viva la verdad que nos inunda y hasta nos aterra.
Vamos a salir de esta, con eso, con lo que cuento envuelto de esperanza porque sabemos que va a terminar, que tiene un final, que cada día está más cerca lo de ir al bar para volver a brindar.
Coño ya
Coño ya
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