Dame un cuerpo y quítame estas palabras tan lejanas a lo que quiero sentir. Dame unas manos y el tacto que se olvida en cuanto pasa, dame tu soplido y el aliento jadeante. Dame un cuerpo y quítame este texto que tantas barreras pone entre lo que siento y lo que cuento.
2 comentarios:
Un cuerpo para toda la eternidad.
Saludos,
J.
Uy... quién pudiera, al menos, treinta minutos.
Publicar un comentario