viernes, 23 de agosto de 2019

Hay amaneceres que no cuentan con el sol

No era de noche ni frecuentaba calles demasiado oscuras, no vivía en una cárcel, ni siquiera en una habitación vacía. Andaba, me movía, sonreía a las vecinas y si hubiera tenido perro lo hubiera sacado a pasear un montón de veces al día. No era tampoco un atardecer sombrío al que mirar desde una ladera de cipreses cansados. Ni pena ni llanto ni oh dios mío quién va a sacarme de este hastío. 

Vivía y me movía, cantaba en los semáforos y le sacaba el dedo a los que tiempo atrás habían querido joderme. El presente daba paso a la lejanía de los recuerdos, a ese adiós que se va soltando el pelo y que, en forma de eco, invade la memoria. 

No era de noche, decía, pero llegó él y se hizo de día. 

1 comentario:

JLO dijo...

ibas despojándote de los demás y te atraparon ja... excelente...