Amar, del verbo entendernos y pasar un rato juntos viendo esta gran obra de teatro. Amar de contemplarnos y ya está, de saber querernos, con lo que somos, con lo que haya.
Amar y escuchar, amar y abrazar pidiéndote permiso antes de hacerlo. Respetar tu paso, mirarte a los ojos, hacerlo, lo de amar, hacerlo de pie y en la cama y en los probadores de todas las tiendas de flores sin secar.
Amar el verso, los poemas enteros, ese final que podemos cambiar, el durante y el detrás de los malentendidos donde siempre encontraremos el acuerdo.
Amar el hecho, las palabras, lo que sentías cuando me sentí regular y lo que supiste explicar después. Tolerarnos los altibajos, danzar a la vez, a espasmos o un vals, o el rock and roll que crece en los bares cuando entramos.
Amar el tacto, oírte cantar, el olor del cuello, las noches sin dormir. Amar los planes que no haremos y los quehaceres y la rutina y este horario que me va fatal y los espacios libres y abiertos y descubiertos para los dos. La mesa del rincón, la Barra de Luis y el resto de bares que conquistaremos al pasar.
Amar, del verbo tumbarnos esta tarde, en la resaca de los tiempos muertos para volver a nacer, para volver a parirnos dos, juntos, con ganas de estar juntos sin ningún otro compromiso que el de amar.
Amar de amarnos de verdad.
1 comentario:
Muy buen texto diferente sin lugar a dudas
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