lunes, 29 de julio de 2019

Más que soñar, me gusta vivir de verdad

¿Tú sabes que un día te pediré que te cases conmigo? Un día, decía, con sus ojos tristes sobre la almohada. Le daba bocados a un melocotón fresco, que hacía crack crack, como hicimos nosotros poquito tiempo después. 
Casarnos, decía, me trataba bastante mal de lunes a sábado, los domingos, sin embargo, venía a acariciarme el corazón. Yo me dejaba, allí, tumbada en la cama, bañar por el agua de todos los sueños que me acompañaron siempre. Lo amaba, bien sabe la vida que lo amaba, y que las calles y los senderos y los caminos y los afluentes se abrían de par en par en mi frente. 
¿Sabes que te estás equivocando? ¿Sabes que el amor no es para después?
Sí, decía él. Lo sé, eso es lo único que sé hacer. 

No era un error ni lo es ahora que hace meses que no sé nada de él. No hay errores, solo decisiones que a unos los hacen libres y a otros nos liberan de soñar.

6 comentarios:

JLO dijo...

es lindo cuando esas promesas se cumplen... también lo son los recuerdos, aunque un poco menos por ser más melancólicos.

Pero sirven también...

Nebroa dijo...

Bello es (casi) todo, según desde donde lo miremos. Las promesas cumplidas no las conozco! jaja... Las otras sí. Bello es el vivir, el camino, saltar, caer, quedarte en medio. Aunque dentro de algunos túneles momentáneos, como ese 'lo que pudo ser y no fue'... no se ve ná de ná, ni belleza ni de lo otro!

Isabel dijo...

https://www.youtube.com/watch?v=x8qwWlJYkZE. La he buscado para escucharla contigo en el coche.

Nebroa dijo...

Sonaaaaaaaaando!!!

Bubo dijo...

Nos conformamos con poco pero ¿no es muy poco ese domingo?

Anónimo dijo...

Claro Bubo! Era un mierdón! Jaja Por eso se quedó allí con sus palabras y el resto de vacío :s
Nebroa