domingo, 7 de julio de 2019

El amor en los tiempos veloces

Oye, que hace solo tres meses que se divorció, ¿recuerdas lo mal que estaba? Que su hermana no sabía qué hacer, que estaba realmente mal, pero mal, mal, mal. Y entonces que si un psicólogo, que si varios libros, que si mudanza al centro, porque claro aquí tiene más gente con la que salir, pero está realmente mal, no sé qué vamos a hacer, estamos muy preocupadas mi madre y yo. Mal. Mal. 

Ayer lo vi en la cena. La mujer que lo acompañaba es avispada, fresca y espontánea. Y están juntos. Juntos de casi viviendo, de comprar juntos cosas para la casa, de cenar, viajar y quererse. Hace tres meses de lo de la mujer de su vida, de lo de no podré vivir sin ella, tres meses del drama, la tragedia y mi vida ya no tiene sentido. 

Me pregunto qué pasa en los corazones de quienes sufren por amor cuando no es amor. Y también me pregunto qué pasa en mi corazón para que yo llame amor a lo que creo que es amor y esto condicione el tiempo y lo que significa un mes y lo otro del tres y el yo qué sé.

1 comentario:

Bubo dijo...

La vida sigue y los sentimientos, aunque sean eternos, no siempre tienen la misma intensidad.