miércoles, 12 de junio de 2019

Cuando no llamas trabajo a trabajar

Ser lo que soy en todos los lugares que frecuento. Dibujar aquí, allí, en medio de ninguna parte. Escribir, hablar, compartir, reír, escuchar. Diseñar, crear algo nuevo, pintar, montar videos, encargar, charlar, observar los alrededores, transcribir, traducir, macetear. 
Todo eso hago porque todo eso es lo que soy. Y me siento grande y amplia y en calma. 
Lo único malo, lo único que no hago es 'cobrar'! Ja!

¿Alguien me puede decir por qué es tan incompatible ser lo que eres, dedicarte a lo que surge, sale, nace y te llena, con recibir dinero por ello? ¿Alguien sabe por qué el paradigma, por qué la creencia, por qué el sistema, por qué el desastre?

El por qué de la incongruencia de sí recibir dinero por aquello que no te gusta, que no te divierte, que no te mantiene vivo y alegre y tranquilo y sin embargo uno no puede dejar de mirar la cuenta porque la cuenta no se llena cuando haces lo que eres y eres lo que haces? 

Estoy enfadada. Y frustrada. 

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