Cuidar.
Poner la capacidad de hacerlo en un vasito con hielo y esperar que alguien se acerque.
Cuidar.
Aguantar los caballos salvajes tan tiernos en el centro.
Cuidar.
Retener el exceso de azúcar, los exagerados besos que no se dieron, arrancarte de cuajo la pena y echarla al mar.
Cuidarte.
No poder hacerlo y aquí, en este extraño lugar tan lleno de cobardes al que hace tiempo llamamos futuro, saber que tampoco lo estoy haciendo.
Cuidarte.
Ahora que lloras la muerte cercana, ahora que me llamas, ahora que solo era para contármelo y nada más.
Sin cuidarte. Escribo esto así, sin que me dejes hacerlo.
Qué raras las cosas que viven y se sienten dentro sin que nadie las viva y las sienta fuera.
2 comentarios:
Wow , me gusta tanto lo que escribes.
Un abrazo.
sos profunda... demasiado para mi tarde de viernes jaja..
pero como dice Laura acá arriba me gusta...
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