Hay un tipo que me ha pedido el número de teléfono cinco veces. Hay un tipo que ha escuchado cinco veces un no por respuesta y las razones suficientes como para no volver a pedirlo. Pero él las ignora, tal vez, más concentrado en su deseo que en lo que la realidad le dice con respecto a su idea.
Y me acuerdo de mí y me acuerdo de los ocho años en los que todo estaba lleno de señales y yo, tan ciega, tan discapacitada, tan loquesea, que no veía nada por más que mirara.
Es curioso esto de vivir. Cada uno se mueve únicamente en el mundo que advierte. Y me pregunto cuán grande será todo aquel espacio, cuántas verdades habrá allí, en el desconocido lugar del que nos libra nuestra limitada percepción.
3 comentarios:
admiro su perseverancia ja pero no se que es lo que escuchó como razones del no... quizá ahí ya se vuelve freak todo el asunto...
estate atenta entonces porque atacará de nuevo ja...
Una de las razones que dije, que no tenía que dar ninguna, claro, pero esbocé aquello de: Lo siento, tu interés por mí no es el mismo que el mío en ti, yo te gusto más a ti que tú a mí.
No sé si suena en modo trabalenguas quizá! Pa'mí suena claro, pero lo mismo se cortó la comunicación justo en ese momento. jajajj
Yo no he pedido nunca número de teléfono (al menos para ligar). Pero si he dado el mío y la posibilidad de que me llamen. Me he llevado gratas sorpresas así.
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