La vida sin filtros, dicen quienes aman más allá de las formas. La vida sin velos, sin telón de acero.
La vida que es esto, lo que estoy sintiendo, poder contarlo, decírtelo.
Y los besos que echo de menos. Y la cerveza. El deseo de que me quieras, las cuatro en punto, tus planes de futuro.
La vida sin filtros por más que últimamente siempre sea carnaval y las máscaras y los disfraces y esa aplicación de móvil que te maquilla sin querer.
La vida sin filtros. Eso quiero, así me gusta.
Convertí todo esto sin saber bien qué es esto, en adentrarme. Qué está pasando, qué está sucediendo. Qué me pasa y a quién le pasa lo que te cuento.
Amar la vida. En carne viva, en pieles despiertas, en ojos cerrados, en el olor de los albaricoques y en cómo se me eriza el pelo al recordarte.
La vida sin filtros. Este texto, por ejemplo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario