lunes, 3 de diciembre de 2018

La cicatriz que volvió a ser herida

Vengo a quejarme de todo lo que me deslumbra y no me deja ver con mayor nitidez. Vengo a quejarme de los que creen que el respeto tiene varias formas, de los que juegan, olvidan, manipulan y ningunean lo que siento. Vengo a quejarme de los que mienten a los de fuera, vengo a quejarme de los que dicen que lo hacen porque también se mienten a sí mismos. Vengo a quejarme del daño gratuito, del rechazo, del poco valor que le dan a los valores de otro. Vengo a quejarme de las relaciones de un par en las que solo cuenta uno. Vengo a quejarme del dinero, del trabajo, del esfuerzo, del sacrificio, del porculo que me supone todo cuando no puedo ni siquiera conmigo. 

Vengo a quejarme de ti y nuestra puta relación. De no saber por qué no puedo cerrar la puerta por dentro aún cuando no se puede abrir desde fuera. Vengo a quejarme. De este dolor de cabeza, de esta resaca emocional, de esta herida interna y de su puta madre. 

Vengo a quejarme de duelos y ex que no terminan de serlo. Vengo a quejarme de las malas personas. 

2 comentarios:

Laura dijo...

Al leerte me has recordado un texto mio de hace años, cuando me sentía igual que tu ahora. te pongo el link por si te apetece leerlo, si no, te mando un abrazo grande y mucho animo. Todo pasa, por suerte.

https://mipasacalles.blogspot.com/2010/11/vendo.html

El Inocente dijo...

Mucho ánimo.
No hay mejor ciego
que el que no quiere ver.
Total para lo que hay que ver, o describes
que te lo cuente el que vivió ayer,
yo no sé si vivo ahora o mañana. Besines Nebroa, buena noche.