domingo, 28 de octubre de 2018

En las buenas y en las malas, pero sobre todo en las malas

'La gente es muy egoísta, solo te llaman cuando te necesitan'
Y pienso, ¿por qué es eso tan malo? 

¿Sabes? Ojalá nos llamásemos cuando más nos necesitamos, cuando las cosas te vayan mal, cuando no alcances a ver mejor, cuando las gafas de lejos y las de cerca y las otras estén sucias y todo ese rollo. Cuando se te olvide lo que vales, lo que eres, lo que creces. Cuando las sombras y los túneles y todas las otras mierdas. 
¿Y sabes qué también? Que no hace falta que me llames cuando las cosas vengan al revés. 

No voy a decirte que no me encantaría verte y olerte y disfrutarte cuando sonríes, no puedo negar que me apasiona la felicidad ajena, que tiemblo ante tus carcajadas, que no hay nada más bello que ver llegar la primavera justo después de un invierno. Pero que adelante, que lo hagas, que sigas, que vivas. 

A mí me pasa con la escritura, a veces, que solo lo hago cuando no logro enderezar las curvas, y cuando bailo y vuelo y hago el amor trescientas veces al día no me acuerdo del teclado. Y si es una obligación venir a contarlo, pues vaya mierder. Porque amo la libertad por encima de las cárceles, porque si no sale, no sale y no hay nada ni nadie, gracias a dios, que pueda anular eso. 

Así que si no te sale compartir conmigo las alegrías y sí necesitas que te acompañe en las penas, pues aquí me tienes, los días en los que no aparezcas, ya sabré yo que es porque estás feliz, porque te entretienes y porque es la vida tan intensa que te la estás bebiendo entera. 
Eso, mi imaginación y la certeza de que eso es lo que te está ocurriendo ya son buenas para mí. Tal vez la egoísta sería yo al querer que vengas cuando yo quiero que vengas y no cuando tú decidas venir. 

Eso es todo lo que he podido averiguar del amor a otros, que no depende de lo que hagas conmigo, si no de lo que hagas de ti. 

Más o menos, ¿eh? Que aún a veces me enfado y me enfurruño y me pongo triste porque las cosas no son como 'yo' quiero que sean. Pero eso es asunto mío, no tuyo. Y de eso ya me encargo yo, lo mismo te llamo porque te necesito y las cosas van mal y mis gafas de lejos, ni las de cerca ni las de en medio me dejan ver mejor. 





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