sábado, 15 de septiembre de 2018

Ficciones y otras realidades

Sigo sorprendiéndome, ¿cómo puedes no quererme? ¿cómo?

Y ahí me quedo, colgando de la cola del viento y otras moñerías parecidas que podría contarte. En la cola del viento, que si cuidado con el tornado, que si soy una veleta, que si no me sostengo, que si... Nada, que sigo sin entenderlo. 

¿Cómo puedes no quererme? Mírame, soy un gesto andante, una mueca para hacernos reír, una canción, un hombro, un baile, un café, agua mineral, todos los paisajes más bonitos que puedas imaginar y un inolvidable polvo. Soy elegante, lasciva, llorica, obsesiva y tremendamente interesante. ¿Qué te ocurre? ¿Qué está pasando? En los libros leí 'solo te querrán cuando ya te quieras tú'. Que me devuelvan la pasta, que me den mi dinero, ¿qué está pasando? Yo ya me quiero y aquí sigo sin ver resultados. 

¿Cómo puedes no quererme? ¿Qué cojones haces? ¿Dónde te entretienes? ¿No lo ves? Que estoy aquí, como mujer resuelta, avispada, con ganas, con su vértigo en las piernas, con su carmín, con su vestido corto, con su canesú. 

Sigo sorprendiéndome, ¿qué me está pasando?, ¿qué me está ocurriendo? ¿cómo puedo seguir queriéndote? ¿cómo?

Y ahí me quedo, colgando de la cola del viento y su puta madre con el pelo revuelto.