lunes, 10 de septiembre de 2018

Dejar en paz la realidad

-¿Por qué lo dices así? ¿Estás enfadado cuando haces el comentario?
-¿Yo enfadado?, dice con todo arrogante y subiendo el tono de voz. 
-No sé papi, utilizas un tono que da la impresión de que estás enfurruñao, pero quizá sean tus formas.
-Ya deberías saber que ese es mi modo de hablar, dice tajante y severo. 

Inmediatamente  después deja de participar en la conversación, agacha la cabeza, arruga el morro y se levanta de la sobremesa. Se ha enfadado de verdad. 

Yo no quería provocarle un enfado. Yo no quería que se lo tomase así. Yo no quería lo que ha sucedido. Pero las cosas pasan, suceden, se joden. Intervengo porque me inquieta y me incomoda ese tono serio y altivo. El resultado es que mi padre está más altivo y serio que antes de decírselo. 

Y vengo a casa sintiendo el sinsentido de mi observación. De un tiempo a esta parte me doy cuenta de que cuanto más intervengo en la 'realidad', más se jode el invento y peor me siento yo. 

1 comentario:

El Árbol Rojo dijo...

Ummmm siento que a veces olvidamos que las personas hablamos diferentes idiomas aunque usemos el mismo lenguaje ... <3