martes, 21 de agosto de 2018

Papá y mamá

Mis padres son mi hogar. No digo el nido, digo el hogar. El refugio. 
El otro día le cogí el teléfono a mi padre mientras lloraba. Yo. Él no, él no llora por teléfono, llora en persona. Me escuchó y me dijo: Ana, no te preocupes, venga, nosotros estamos aquí, y vamos a estar siempre. 

Y entonces empecé a llorar aún más fuerte. Y las razones ya no eran las que eran y sí las que acababan de aparecer. Emocionarse. Qué maravilla. Emocionarte al saber que aquí, tan perdida en el planeta, tan solitaria en la tierra, siempre habrá un hogar donde descansar. 


2 comentarios:

El Árbol Rojo dijo...

<3 <3 los abrazos también son hogar ...
<3

Anónimo dijo...

Me pillas con el pan falto en esto del tema "padres". Hay cosas que si quedan claras: siempre están ahí.

Bubo