Ser aceptada... que me quieran y me entiendan y bla bla bla. Es así como pierdo el norte y el sur y lo de en medio, es así como voy alejándome de mí, olvidando qué quería yo, dónde estaba y por dónde iba. Que el veneno no es que quiera ser aceptada, comunicarme y que me entiendan, lo peor es que querer que un ejército de mentes dispares permanezcan donde quiero yo. Conservar un público que nada tiene que ver con lo que ahora soy yo.
No es fácil, no es cómodo y me da miedo que no haya nadie, que no haya eco en mi evolución, me asusta, me asusta mucho. Es saber que voy a 'alejarme' de lo conocido, que voy a abandonar el cómodo papel donde aparentemente yo dirijo y conozco y sé por dónde es.
Por paradójico que resulte, es precisamente ahí, en ese escenario donde digo quedarme, donde todo a lo que le tengo miedo, aparece. Si dejo de ser honesta y real, sea lo que sea lo que tenga dentro, es donde el mundo perderá potencia, naturalidad y autenticidad. Así que eso será lo que recoja si eso es lo que yo muestro.
No sé a quién interesaré cuando retome el gesto de mostrar lo que me habita, sea esto lo que sea, pero es por donde quiero ir. Y si no hay ingresos, si a nadie resuena, si me quedo hablando sola en medio de la tempestad, ya veré, ya veremos qué le ocurre a la que ahora soy y cómo aprenderá a retomar su papel.
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