Exterminio inminente

Claro que apuesto por el exterminio. 

Aniquilar los superfluo y las afueras. Que viva el derribo de los artificios, de lo externo, del eco que escucho cuando hablamos de lo absurdo. 

Apuesto por el exterminio de aquello a lo que nos enganchamos; al móvil, al sexo que solo lleva sexo, a las drogas, a los debates de política, a la crítica, al alcohol desmesurado que nos aleja, al postureo en las alturas, a todos los mundos ajenos a los que nos aferramos. 

Huimos. 

Escapamos. 

Apuesto por el exterminio de los suburbios que frecuentamos para no involucrarnos en ese rincón, en ese jardín, en ese epicentro del corazón innato que nos mueve. 

Salvemos el planeta, claro, pero salvemos el planeta que es solo nuestro; ese íntimo silencio desde donde la vida suena y se expresa.