domingo, 23 de junio de 2019

Cerebro laberíntico, mente diáfana

Puede que mi cerebro sea un laberinto, una manada de serpientes enfurecidas, inquietas, exaltadas, pero es mi mente una vasta y espaciosa ladera verde donde todo cabe, donde todo surge. 

Puede que me enrede en reflexiones que pocos entienden, pero más arriba del escenario que muestro, están regados todos los afluentes, los que he surcado y los que serán descubiertos. 

Puede que creas que pierdo y que me pierdo, que pienso demasiado como dicen los de lejos, pero detrás de todas las capas de algas sigo abierta de brazos y piernas en el océano inabarcable, en la ilimitada vía, en el espacio inagotable. 

Puede que esto tampoco llegue a los que ven límites y abundantes pliegues, pero me sirve a mí de referencia cuando no hay ni un solo hito que me guíe. 

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