Hay una mente brillando ahí fuera, tiene ojos azules y un palo metido por el culo. Si no fuera porque está enamorado de otra ya me habría enamorado yo. Pero la vida tiene estas cosas. Y los otros millones de cosas más, claro. Porque ¿sabes? A veces las personas se encuentran y se gustan y ya.
Pero yo qué sé, otras veces, supongo la mayoría, pues mira, no. Que si es que yo, pues anda que tú. Que si tengo que hacer la compra, formalizar el testamento y que dónde vas tan deprisa si te vas a morir igual. Y uno que frena y otro que aprieta. Y unos que bailan y los que vuelan y los que andan sabiéndose llenos y difícilmente sorprendibles. ¿Existe la palabra sorprendible? No, pero me vale.
Se me llena la cabeza de relámpagos y fuera no hay ni una sola nube donde poder desintegrarme. Y así voy, subiendo la música en el coche y cantando tan fuerte que termino tosiendo. Las prisas, supongo, pero sobre todo las ganas. Las putas ganas. Siempre tengo ganas de lanzarme al vacío de lo que no conozco. Y qué coño dices de medir, de cautela, de pausas y de memoria. Estrellarnos, porque ¿sabes? Es mentira, nadie se estrella fuera, siempre es dentro, siempre es en las ideas que uno inventa.
Después de morirme con Uvedoble, de saber que podré renacer cada vez que yo misma me entierre, a qué habría de tenerle miedo. Ponle que me muero esta noche, volviendo del pádel, en uno de esos accidentes que salen por la tele. ¿Tú sabes dónde me hubiera gustado estar? En los brazos de alguien que me acariciara el pelo cuando me muero de sueño. Y claro que tengo prisa, claro que los relámpagos, claro que sí, a todo que sí. Que no me gustaría morirme sin haber sentido eso. El pelo, que me acaricien el pelo. ¿Sabes lo difícil que es eso?
2 comentarios:
cuestionaba la idea de enamorarse cuando uno quiera de la primera frase pero luego leer toda la frase final es una gran genialidad... gracias por eso entonces...
Gracias Jota... Enamorarse se puede uno enamorar cuando quiera. Yo me enamoré el otro día en el cine, cinco minutos, algo menos, me duró. Jajaj Con ese enfoque sí, se puede. Hablo del cerrar los ojos, obviar, olvidar, mantenerse ahí, concentrado en lo único que está ocurriendo. Y tachán. Listo. El amor de golpe, sincero, puro, entero.
Lo otro ya no. Lo otro es... ¿toda una vida? :) Ains!
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