domingo, 8 de abril de 2018

Puedes irte? Quiero estar en buena compañía


En el tiempo en el que uno puede mirar el amanecer diario, otros ojos se divierten en los bares de abajo. Pero estamos juntos, en la misma alfombra. Compartiendo espacio, aire, oxígeno. 
La atención es tan íntima como las huellas dactilares. Individual.  


Uno puede soñar con el amor y las flores, con la muerte y los sucedáneos en esta tierra y tener enfrente a un individuo que piensa en sus zapatos, en el color de su chaqueta y en el dinero que, dentro de unos días, tendrá en el bolsillo izquierdo de su camisa color azul.

Todos convivimos, todos deambulamos el mismo vacío y lo vamos llenando de versos o angustias. De temores o valentías envueltas en cartón piedra. De pinturas en acuarela o de cervezas.

Coincidir. Qué bonito milagro. Ajustar los tiempos, las miradas y que el tono del color azul sea igual de transparente para dos. El egoísmo como bandera nos lleva a desencuentros y espasmos de los que ya no vamos a poder volver. Abrir el alma a alguien y que alguien vea lo mismo que muestras tú. Las banderas del tiempo nos ahogan cuando se comparten jirones de este ahora que a veces sólo es agrio para una de las almas implicada en el teatro.

Derribar las causas, dejar de buscar razones, ahuyentar la persecución del cambio ajeno y rodearse de flores que huelan como tú. No hay más que eso. Si quieres que el mundo huela a ti, supongo que ese es el jardín que te gustará encontrar.

A mí sí, me gusta ese olor. A veces me gusta ese olor, el mío. Hay dos personas con las que coincido a la hora de destripar cualquier verde, o azul o transparente. Y ambas están lejos, en países de agua y ciudades de mar. Yo, aquí, tengo un espejo, un escaparate, la ventanilla de mi coche, algún charco limpio en las aceras y la parte de mí que conseguí desdoblar para no sentirme tan infinitamente sola como ahora. 



1 comentario:

El Árbol Rojo dijo...

Hay más personas ....creo ....siento...o estarán o están en camino ...