lunes, 30 de abril de 2018

Déjame en paz, le digo al espejo


No tengo nada que buscar que esté ahí afuera. No quiero recompensas, premios, resultados. No quiero obtener nada de mi recorrido aquí, no quiero esfuerzos, sacrificios. Yo sólo quiero ser. Ser lo que sea que esté siendo, pasándome, atravesándome. Yo sólo quiero esto, este ahora. Quiero un teatro en el que divertirme y aplaudir en cada acto sin esperar a que termine. Las tragedias ajenas, el drama interno que me cuento para no sentirme perdida. Como si acaso no lo hubiésemos estado siempre. Quiero el resurgir de un río y el derrumbe de todos los cimientos en los que me mantengo. Quiero ver la aniquilación de una mente podrida de laberintos y vértigo que no se cansa de poner carteles encima de cada una de las cosas que suceden. Quiero la lluvia y estas líneas y el sabor del chocolate derritiéndose. Quiero merterme de lleno en la lava y saber, desde lo alto, que nadie se está quemando por mucho que me ardan los dedos. Quiero esto, lo que está sucediendo. 

No tengo nada más que buscar ahí afuera. Lejos, al lado. 
Yo sólo quiero ser. Lo que sea que esté siendo. 



3 comentarios:

El Árbol Rojo dijo...

<3
...

Anónimo dijo...

maravilloso. suscribo todo (menos lo de la lava :P). yo también quiero solo ser. ¿por qué no nos cansamos de poner carteles y de los laberintos y el vértigo? cansémonos ya, joder. seamos.
un abrazo.

nuria

Nebroa dijo...

Hola Nuria... No nos cansamos, supongo, porque es entretenido. Porque en algún lugar del fondo aún encontramos una 'ganancia', algo que nos gusta, o nos conmueve o que tenemos asentado quizá que no hay otro modo de hacerlo, que no hay otro modo de vivir... El cansancio llega. O llámale 'aburrimiento'! jajaj Y una vez que te aburres, pa'qué vas a seguir haciéndolo!?
Abrazos de los sinceros!!