lunes, 22 de enero de 2018

Demasiado mar para una jarra tan pequeña

Si pudiera en estos versos hablar más nuevo y conociese, no sé, lo que aún no se ha nombrado. Si creciera un poema de lo que no he parido, de lo que me he perdido, de las semillas secas por falta de riego.

Si abierta y sin fronteras, descubriera que tal vez, vete a saber, detrás del miedo en realidad nunca hubo miedo o que a todos estos años les creciera el espacio, tres millones de kilómetros más honda, menos presa.

Si fuese menos filtro, un embudo con los dos agujeros igual de anchos, y entre las barreras que ni siquiera sé que llevo puestas se colase la historia que no se ha contado, los recuerdos que no pasaron, los durante de las posibilidades que no se vivieron.

Ay, qué cuerpo tan pequeño, que dedos más escasos.
A veces, si pudiera, me quitaría de en medio para dejar que la vida, toda, se expandiera.





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